Tuesday, October 10, 2006

LA NATURALEZA Y SU INFLUENCIA EN NOSOTROS

Desde los principios de la humanidad, los seres humanos se han esforzado en vivir en armonía con los ritmos y las leyes de la naturaleza, que observaban en:

- los fenómenos naturales
- los cursos del Sol y la Luna
- El rayo y las tormentas
- El embate de las olas
- Las estaciones del año

Nuestros antepasadoS se fijaron en el efecto y el éxito de innumerables actividades cotidianas y otras menos cotidianas, si se realizaban sujetas a determinados ritmos de la naturaleza: estamos hablando de sangrías, intervenciones quirúrgicas, empleo y eficacia en la recolección de hierbas y utilización de medicamentos, tala de árboles, ingestión de alimentos, cortes de pelo, higiene, etc.

Los efectos y resultados de un acto no dependen sólo de la posesión de habilidades necesarias y de los métodos de trabajo realizados, sino también, del momento en que se realiza la acción. Nuestros antepasados observaron menticulosamente al hombre y a la naturaleza, y se corvirtieron en maestros para conocer el momento idóneo para cada cosa.
Nuestros antepasados aislaron 12 impulsos de energía, cada uno con su naturaleza y coloración diferentes, que se repiten al ritmo del curso del Sol y la Luna.

A las constelaciones que el Sol (en el transcurso de un año) y la Luna (en un mes) recorren durante uno de estos impulsos les dieron 12 nombres: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio y Piscis.

Numerosos calendarios se rigieron por el curso de la Luna, ya que las fuerzas de la fase lunar y del estado de la Luna anunciados en el Zodíaco, que inciden en nuestra vida cotidiana, son mucho más importantes que las ejercitadas por la posición del Sol. Muchas festividades actuales se adaptan todavía hoy a la fase que atraviesa la Luna.

Con la evolución de la humanidad, los científicos y los investigadores se vieron a sí mismos como artífices de un nuevo futuro para la humanidad, de un nuevo orden mundial en equilibrio, racional, esclarecido, sin supersticiones y sin credos. Y todo lo que el hombre había aprendido durante miles de años, pareció ligado a la superstición.

Pero cada vez más son los científicos que vuelven a apoyar las antiguas teorías defendidas por chamanes y curanderos. Para ellos, cuerpo, mente y alma forman una unidad inseparable consigo misma y con todo lo que nos rodea, con otros seres humanos, con la naturaleza y hasta con las estrellas. La enfermedad aparece cuando el hombre no puede mantener el equilibrio natural entre los muchos elementos de la vida. Algunos llegan a decir que la mejor medicina para el hombre es el amor, y vuelve a hablarse de utilizar métodos integrales de terapia, en los que la oración y la meditación, la magia y el contacto curativo subsisten en igualdad junto a la utilización de hierbas curativas, junto a modernas técnicas de análisis, intervenciones quirúrgicas y terapias físicas.